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jueves, 26 de mayo de 2011

Es la hora

Estamos viviendo en España la muestra de la indignación del pueblo raso hacia la clase política de nuestro país. Una clase, que durante más de tres décadas ha ido distanciándose del concepto de la representación y acercándose mucho más al concepto de los privilegios.

Han dejado de comprender que su labor como delegados del pueblo es la de representar y defender nuestros intereses. La de lidiar contra los enemigos ideológicos de aquellos que forman parte de partidos opuestos...o de ejemplificar con sus actos la bondad, la honradez y la responsabilidad.

España es un país podrido por la corrupción política. Que como un cáncer octópodo se ha extendido a lo largo y ancho de la estructura democrática de este país. Uniendo el universo de las grandes multinacionales con el poder, en teoría independiente, del congreso.



Ya no vivimos, si lo hemos hecho alguna vez, dominados por nosotros. Si no que hemos cambiado el dominio del Emperador por el del rey, el del rey por el de un dictador y el de un dictador por la burguesía.


Ahora los nobles no son una clase obvia y evidente que pulula por el mundo distanciándose de todos los bajos campesinos a los que explotan despiadadamente. Ahora los nobles se camuflan tras una mascara corporativa. Entidades internacionales con poderes económicos tan grandes que superan al de muchos países del mundo.



Sus presiones laborales condicionan el contexto político de una provincia o de un país entero. Ante ellas, nada puede hacer la democracia. Puesto que no existe la obligatoriedad de mantener una planta en una nación ni nada impide hacer despidos masivos para maximizar los beneficios.

El gobierno no es más que el pobre delegado de clase que ha de agachar la cabeza ante las exigencias de los profesores. Que importa lo que decidan en el congreso, si lo que dictan las corporaciones en sus despachos tiene mayor influencia que todo lo dicho anteriormente.

Y si eso no es suficiente, si eso no supone ya suficiente poder, el del dinero que todo lo compra. Extienden sus tentáculos hasta los últimos intersticios del gobierno, estableciendo controles políticos infranqueables en beneficio de la creación de leyes que potencien sus riquezas y mermen las de sus competidores.



El gobierno es la máquina legal que establece las normas que ellos desean en pro de su dominio. Dejan las migajas, lo justo y estrictamente necesario para darnos sensación de libertad. Sacrificando un porcentaje ínfimo de sus ganancias, en pro de un futuro de sometimiento más fiable.



Ayuntamientos comprados, ciudades enteras dominadas por la corrupción, el egoísmo más descarado y el interés desmedido de enriquecerse a costa de los campesinos.

Nunca, en los 10 mil años de historia de la civilización el pueblo raso ha tenido acceso a tanta cultura e información como hoy día.



Ahora no tenemos excusa, no tenemos justificación para quedarnos quietos. Tenemos la capacidad de comprender quienes son nuestros enemigos, quienes luchan en pro de sus intereses a costa de miles, de millones de personas. Que ven su esfuerzo parasitado, reducido y literalmente robado.



¿Cuantas mansiones vamos a ayudar a construir?¿Cuantas empresas, imperios multinacionales que promueven guerras y masacres vamos a promover con nuestro conformismo?

¿Cuantos hermanos vamos a matar en honor de naciones que solo benefician a los que dominan el capital?



Las normas se han modificado cada vez de forma más descarada, cínica casi diría para beneficiar el comercio de los dominadores. Para enriquecerse de forma absurda, casi surrealista a costa del hambre, la muerte, la esclavitud enmascarada en contratos basura...



No hay excusa para quedarse en casa, en nuestros zulos, casi cuevas de coste estratosférico.

Vivimos condenados como hamsters en una jaula, el mundo es inmenso pero nuestra existencia se limita a recorrer un camino lineal de nuestro trabajo a nuestro zulo de forma cíclica, totalmente robótica.



Somos seres humanos, no máquinas sometidas a la voluntad de los que si pueden ser libres a nuestra costa.



Un monarca que nos representa..¿Que puede representar al pueblo alguien que vive a nuestra costa? ¿No es quizás la muestra mas obvia del mundo que se nos ha impuesto? ¿No es tal vez la evidencia del yugo al que nos han sometido a todos?



Nacemos para someter o ser sometidos. Para tener miedo, para consumir, para odiar a lo que es diferente, agachar la cabeza y agradecer mas migajas de pan que caen de la mesa de nuestros señores.



Señores corruptos, egoístas, y necios que mienten en los medios, que manipulan a las personas que se ceban a costa de nuestro esfuerzo para darse una cálida de vida 100 años por delante de la nuestra.



Basta ya. Basta de mentiras, de hipocresía, de guerras del petroleo, de odio a lo que no es igual a nosotros. Del miedo a los cambios, del amor al sistema podrido y embustero que pretende dominarnos.



Si no actuamos ahora, si no luchamos ahora si no derrumbamos el sistema en este instante, crecerá, mutara, cambiará de cara y se extenderá como un cáncer en plena metástasis El 2% de la población mundial acumula el 90% de la riqueza del mundo

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Y nuestro país juega a ese juego. Nuestra clase política juega a ese juego. Y lo hace porque las normas han sido escritas por ellos.



Los gobiernos, los partidos, ya no nos representan. Únicamente son captores de mentes que les apoyen en las urnas, cuando realmente promueven los intereses de unas corporaciones o de sus rivales.



Os insto a luchar, a dilapidar el gobierno de los despachos. El dominio de los grandes rascacielos, pirámides modernas construidas en señal del poder de los nuevos faraones. No podemos dejar que esa minoría dictamine el futuro de millones de seres humanos, que vivan en un paraíso terrenal a costa del sudor, esfuerzo y esclavitud de personas honradas.



Si no lo hacemos ahora. Si no damos el paso en este momento todo seguirá igual para siempre.

Es vuestra decisión hacerlo.