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domingo, 2 de octubre de 2011

El mundo se mueve por amor

"El mundo se mueve por amor", afirmaba de forma unívoca uno de los personajes principales de la película "El bosque". Film que cuenta la historia de un grupo de desencantados ciudadanos, que hartos de una sociedad sin futuro y llena de egoismo, deciden apartarse a un parque nacional y fundar una sociedad anacrónica apartada de todo y de todos.

¿Que es el amor? Me pregunto muchas veces cuando la gente habla de él con tanta soltura y convencimiento. ¿Es la fuerza que mueve el mundo? ¿Acaso es una simple sensación fisica como dijo una amiga mía hace unas noches? ¿Es una simple hormona activada en nuestro cerebro? ¿O ese tipo de comportamiento químico es únicamente vinculable al amor de una persona de nuestra preferencia sexual?

Como decia Slavoj Zizek "El amor es el mal..."


Bajo un contexto en el que el amor, es la forma selectiva de descartar todo aquello que despreciamos inevitablemente por amar a un ente en concreto. El amor universal, es la definición de la selección global del todo, tanto el aspecto más aberrante y oscuro de la realidad como el lado romántico de la existencia.

En cualquier caso, ¿No es el amor universal la contradicción de la definición del amor? 
Entiendo que el amor universal es por ende la muestra de la ignorancia sobre la realidad del mundo. O la incapacidad de seleccionar entre el global del mundo aquellas cosas que nos son hermosas. No obstante también es la definición más coherente del amor. La aceptación del todo universal con todos los detalles de su mecanismo.

Generando un amor indefinido, casi difuso sobre todas las cosas. Pero no se puede amar universalmente desde el primer momento que aceptamos como amable un ente y su contrario. Cuando el amor es precisamente el acto de seleccionar a uno entre muchos. La sensación que provoca ese acto en nosotros es la proyección física de nuestra selección.

Amar a un hijo, a un hermano, a tus padres, a tus amigos, a ti mismo. Es establecer una frontera entre el odio, la indiferencia y la necesidad. ¿Porque siempre necesitamos aquello que amamos? ¿Es verdad que necesitamos a aquello que amamos?

La necesidad de posesión, de proximidad, de correspondencia verbal, hasta de contacto físico y sexual en algunos casos es la expresión más clara del acto de la interiorización, de la apropiación de una persona, de un objeto, de un espacio. Para nosotros mismos, para que forme parte de nuestra existencia y nos complete de forma claramente egoista.

Esa sensación que decían los personajes de "El bosque", en la que el amor lo mueve todo, era cierta. La necesidad de poseer más y más para uno mismo. De amar una casa hermosa, una mujer bella, un vehiculo lujoso, una vida sin esfuerzo ni dolor...eso motiva a todos a seleccionar, interiorizar y expropiar experiencias, emociones, personas y objetos físicos bajo el más egoista de los intereses. El amor.



lunes, 26 de septiembre de 2011

El puzzle emocional

¿Por qué las personas tienden a odiar de forma obsesiva a las matemáticas en un alto indice estadistico? Es algo que me preocupa mucho. No porque esta hermosa disciplina se vea aislada del resto debido a la animadversión de muchos, si no por la gran perdida que supone para el que la desprecia en su forma de afrontar la vida en general.

Con afrontar la vida me refiero a que tipos de métodos mentales, son los que una persona sin un adiestramiento en exactas utiliza para moverse por la vida.

Sabemos, por los estudios histológicos, anatómicos, psiquiatricos y psicológicos que el cerebro humano consta de dos hemisferios claramente diferenciados.

Unidos por una zona intermedia que se activa de forma más intensa durante el momento previo a nuestro sueño.

El hemisferio izquierdo, destinado al pensamiento racional, se insufla de sangre, y por ende de oxigeno cuando hacemos uso de el. Abriendo nuevos canales, nuevas vías de circulación sanguínea cuando lo hacemos, optimizando así su funcionamiento, acelerando su respuesta y estableciendo nuevas conexiones entre neuronas antes separadas.

El derecho,que funciona exactamente igual, desde un punto de vista orgánico, tiene la función de leer todos aquellos mensajes que se nos presentan de forma sutil y que no somos capaces de procesar de forma consciente.

Es el hemisferio de la intuición, la voz que nos habla en los sueños dictaminando y condicionando nuestra conducta desde el subconsciente. Bien mediante los miedos, los traumas o simplemente los latentes pensamientos que surgen cuando la duda nos invade.

Entiendo. O quiero así hacerlo, que la negación de nuestra práctica de la lógica implícita en las matemáticas, las matemáticas, implícitas en la naturaleza, y la naturaleza que es el universo en si es en realidad la renuncia del individuo a su verdadera libertad de acción.

Es decir, a potenciar únicamente aquello que la intuición nos dice como único método de guía durante nuestra existencia. Haciendo caso omiso a nuestra capacidad de un juicio sintético y concatenado de la vida.

Nunca he entendido la sentencia "haz lo que te dicte el corazón"...El corazón, no es más que un músculo involuntario que bombea sangre a un ritmo determinado por el cerebro. Que depende de los estímulos o solicitud del nivel de oxigeno por parte de un órgano en concreto o por todo el sistema en general.

El problema de esa metáfora verbal es la capacidad de inyectarse en la mente de las personas haciéndoles creer que de verdad el corazón es el gestor de nuestras emociones.

Las emociones son la condensación de un conjunto de pensamientos concatenados, como un pack informativo comprimido que tiene personalidad y nombre propio. Las emociones se "sienten" porque el flujo de ese pack de pensamientos comprimidos genera en nosotros una respuesta orgánica. La aceleración cardíaca, el aumento momentáneo de la temperatura corporal, la pérdida de una visión panorámica, o incluso el temblor de las manos por consecuencias relacionadas con el sistema nervioso.

Es ese el significado de "siento las emociones", obviamente, porque somos seres que reciben datos del entorno que nos rodea. Pero ademas somos bidireccionales, en el sentido de que nuestros receptores del entorno, también son emisores de sensaciones, hacia nosotros mismos. Retroalimentandose de nuevo.

El cerebro humano no solamente puede sentir que un jarro de agua está helado al meter la mano dentro advirtiendo de la baja temperatura del mismo. Si no que es capaz de recordar esa información y proyectarla de nuevo en su memoria, a veces incluso generando esa misma sensación en nuestras manos. Porque no es en los dedos donde sentimos, si no en el cerebro donde lo notamos. El receptor sensorial ubicado en la yema de los dedos, solamente da las coordenadas tridimensionales, o la localización espacial de ese estimulo. Pero es el cerebro ( o la médula espinal)  el que dota a ese mensaje eléctrico de significado, decodificándolo y asociándolo a una imagen mental.

Las emociones son los actos reflejos del razonamiento. Y son la muestra de la necesidad de una inteligencia superior para que estas tengan lugar. Son consecuciones racionales condensadas, que pasan por nuestro pensamiento de una forma acelerada. El cerebro descomprime esa información, la decodifica y proyecta para cada uno de sus componentes atómicos o independientes una reacción física igualmente atómica e independiente del resto.

La suma de esas reacciones, es la sensación física de la emoción. Lo que denota que no debemos negar el carácter meramente cerebral de este fenómeno.

¿Que intención tiene esta bifurcación en mi razonamiento? La de demostrar que son dos formas totalmente iguales de afrontar la existencia o nuestras decisiones. Solo que en uno de los casos lo hacemos mediante la activación de nuestro "piloto automático" y otras ( mediante el análisis racional de la situación) mediante el modo "manual".

La elección de guiarse por el "corazón" (expresión que encuentro aberrante y debería desaparecer del diccionario bajo pena de horrible tortura) indica que serán nuestras emociones, (es decir conjunto de pensamientos hipercondesandos ordenados concatenadamente y basados en la experiencia o detalles subconscientes que generan sensaciones fisicias en nuestro cuerpo) las que guíen nuestro comportamiento. Y no nuestra capacidad de razonamiento lógico la que usemos como herramienta de acción.

¿Es util renunciar a cualquiera de estas dos opciones? Entiendo que lógicamente no. Disponer de un mayor número de herramientas de pensamiento, o prismas para afrontar una situación de incertidumbre aumenta la posibilidades de la resolución de la misma. Es precisamente de lo que hablo...

De el hecho de renunciar a potenciar nuestra herramienta lógico matemática de conocer el mundo, de hacerlo ponderable y comprensible en pro de un pensamiento mucho más onírico y subyacente que en muchas ocasiones poco o nada tiene que ver con la realidad que nos rodea.

Guiarse por el pensamiento subconsciente como único método de comportamiento es para mí una forma de actuación aberrante y carente de sentido existencial. Que convierte a la persona cuya elección es esta en un muñeco sin libertad de acción propia ni capacidad de decisión racional.

La intuición es la herramienta racional más potente del ser humano, pero también es inútil si no somos capaces de construir un puente estable entre el punto donde estamos y esa luz en la lejanía de nuestro pensamiento, que nos indica el camino a seguir. No somos nada sin ambas herramientas, ¿Por que la sociedad tiende a repugnar a una de ellas en pro de la otra?

Es tan hermosa la teoria de la relatividad, llena de osadía, fuerza, simplicidad y genialidad como el mejor de los cuadros cubistas. O tan bella la teoria de la evolución, poniendo de manifiesto la crueldad del mundo y a la par su energía imparable como cualquier sinfonía de la música clásica.

Que mensaje estamos mandando, cuando renunciamos a esa parte de nuestra mente, repugnandola y aislándola solamente porque somos nosotros los que tenemos el control sobre ella, y no ella sobre nosotros.

Convertirte en un ser meramente emocional para mi es transformarte en un esclavo de tus pensamientos subconscientes, que pueden tener razón de ser o pueden ser consecuencia de miedos inyectados en nuestro tronco mental, de forma tan profunda que nos impidan realmente ser libres.

Usemos las emociones, nuestro lado derecho del cerebro como una herramienta a la que recurrir quizás cuando las posibilidades a explorar racionalmente sean demasiado grandes para ponderarlas de forma simultanea, pero no convirtamos esa practica en la tónica de nuestra vida. Lo que llevaría a convertirnos en seres totalmente impredecibles y aleatorios.

Y lo que es peor...carentes de libertad.