Anoche disfrutaba de una deliciosa cena precocinada. Verduras congeladas, carne embasada, y un poco de fruta de verano. Mientras proyectaban en la televisión las típicas teleseries sin sentido. En las que aparecen mujeres esculturales que viven en casas enormes, con vidas despreocupadas y existencias totalmente edonistas.
Durante la cena, hubo un momento en el que me evadí de aquel absurdo que nada me apetecía seguir viendo. Y medite sobre las vidas que esa irreal imagen televisiva planteaba de la existencia humana. Y pensé en los millones de personas que habrían visto esas imagenes y cayendo en la facilidad con la que plantean esa trampa, hubieran pensado que aquello era algo habitual y posible.
El poder de las imagenes es devastador. Es demasiado grande como para subestimarlo, somos seres visuales. Aprendemos, vivimos y crecemos conforme a lo que nuestra naturaleza evolutiva nos marca. Que no es otra cosa que el resultado de miles de millones de años de evolucion despiadada, en la que solamente los mejor adaptados conseguian reproducirse dejando su herencia genetica antes de morir.
Además, el poder de la televisión aumenta en tanto que transmite información al cerebro sin que este apenas tenga que hacer esfuerzo para asmilarla. Dicen, aunque nunca he encontrado la fuente de esa sentencia, que se consume más energía durmiendo, que viendo la tele. Lo que cual, si resulta ser cierto, y no una leyenda urbana más, acabaría demostrando a que estado hipnótico podemos llegar cuando nos plantamos delante de una de ellas.
El catalogo de realidades "virtuales" es ilimitado. Deportes varios, apasionantes peliculas donde todo es posible, nada es incorregible y los buenos siempre ganan, series donde no existen los gordos, los bajitos, los feos ni las personas con deficiencias. Series donde no existen los dramas crónicos...esos que te tocan y te acompañan durante toda la vida hasta el fin de tus dias.
Alli todo es felicidad! Programas donde la gente sonrie, canta, baila y gana dinero, viajes, fortunas, casas...o consiguen sus sueños!
Y si tu naturaleza destructiva necesita de más, siempre tienes los noticiarios! Donde ofrecen una vision diametralmente opuesta a los programas diseñados.
Lo que no es diseñado, la realidad, la "verdad" del mundo. Siempre es atroz, guerras, violaciones, asesinatos, calamidades, catastrofes, terrorismo, bancarrota, furia social, caos, anarquía, miedo, crimen y llanto. Y después, los deportes y el tiempo!
¿quien no querría permanecer pegado delante de esa ventana al cielo, a la felicidad, a una existencia emocional superior después de haber visto lo que es el mundo en realidad?
Que gran contradicción, y a la vez que maquiavelico plan el que sea la televisión la misma fuente de dolor y placer. Como los calambres que Paulov propinaba a sus perros con la frialdad cientifica que caracteriza a los grandes genios...
Asi generando una sensación de miedo y placer, sumimos a la población en el miedo. Y la condenamos a permanecer delante de la pantalla a cambio de la tranquilidad que aporta mirar hacia otro lado. Hacia una ventana diferente a la que nos ofrece la mirada de los noticiarios.
Todos cúmulos de mentiras, manipulaciones, tergiversaciones y barbarie demagógica que comprime la información de forma premeditada, para darla mascada, formada y totalmente orientada a lo que uno pretende conseguir con ella. Atar y privar de libertad a los que la asmilan.
Ahora, encuentro un atisbo de esperanda, de momento, dentro de internet. Donde existe una posibilidad mayor de comunicación y organización gracias a las redes sociales. Donde podemos organizarnos, comunicarnos, conocernos y comprendernos con las imagenes que sacamos de nuestras camaras, las voces de nuestros microfonos y los gritos de nuestras gargantas.
Me pregunto cuanto durara esta anarquía informativa, cuanto tiempo los gobiernos permitiran a los ciudadanos comunicarse sin control, sin un ojo que todo lo ve, permitiendo el origen de revoluciones y movimientos antisistema cada vez más organizados.
Me pregunto que vencerá antes, el sentimiento destructor de los mandos que late cada vez mas fuerte, o el poder de los gobiernos por aplacarlos.
Percibo un temblor a lo lejos, una onda de larga distancia, lenta pero firme, como las voces de los elefantes en la sabana. Algo va a suceder, algo sin precedentes en Europa. Me pregunto que papel vamos a tener en todo esto, los jovenes a los que la generación anterior a la nuestra nos lo ha robado todo por su codicia.
El tiempo lo dira...y si el no lo dice. Lo diremos nosotros.
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